Tras ser despedido "por whatsapp"

Empleado de AESA denunció haber recibido una golpiza en el Sindicato

Se trata de un soldador que se desempeñaba en el yacimiento Cañadón Alfa de Total, y que fue sorpresivamente desvinculado del proyecto, días atrás. Sostuvo haber sido objeto de una "persecución" por parte de la UOCRA, que culminó de la peor manera. "Menos mal que no fui de noche, sino estaría muerto o internado", manifestó.
miércoles, 23 de mayo de 2018 · 11:02

Un trabajador del proyecto Cañadón Alfa, llevado a cabo por la empresa petrolera Astra Evangelista (AESA), denunció haber sido agredido impunemente por miembros de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) en Río Grande, luego de ser despedido tras efecuar un reclamo sobre su categoría laboral.

 

En diálogo -ayer- con el programa "Entre mate y mate", por Aire Libre FM, Pedro Rodríguez relató en primera persona la grave situación de la cual aseguró haber sido víctima, que lo llevó a radicar una denuncia en la comisaría y la Fiscalía.

 

"Yo soy soldador de alta presión. En diciembre, el Sindicato me mete como ayudante, me mandaron a hacer pico y pala, zanjeo. En enero rindo mi prueba ante inspectores de Total y AESA, apruebo, y al día de hoy no me pagan la categoría que corresponde. A partir de ahí, empieza mi reclamo", narró.

 

En este sentido, el obrero afirmó que el fin de semana fue notificado "vía whatsapp" que estaba desvinculado del proyecto, pese a que su supervisor había solicitado a las autoridades de la empresa que continúe en su puesto. Razón por lo cual, deslizó "sospechas" de una posible intervención del Sindicato.

 

"Ese fin de semana mi supervisor fue a hablar con el Jefe de proyecto, y le dijeron que estaba “difícil” el tema mío. En mi celular tengo llamadas y mensajes, estoy perseguido. Me quieren patotear y me llaman traidor", agregó.

 

Sin embargo, según el testimonio de Rodríguez, lo más grave vino después de la notificación. "Me llaman una noche del Sindicato y me preguntan dónde nos podíamos encontrar. Menos mal que no accedí y les dije que no podía. Fui citado al día siguiente, a las 9.30, donde fui agredido por varios sujetos: me decían que yo estaba juntando gente para tomar el Sindicato", aseveró.

 

A raíz de los hechos, el trabajador procedió a efectuar la denuncia en sede policial, la cual quedó asentada en el Juzgado. En virtud del díficil momento que -asegura- le tocó vivir, aprovechó la ocasión en los medios para cuestionar el proceder del gremio, al "perseguir" a los trabajadores en vez de defender sus derechos.

 

"El Sindicato debería velar por los derechos de los trabajadores. Hago responsable al Secretario General y toda su comisión, de lo que me pase de aquí adelante. Yo soy un obrero, no un matón; imaginate si me agarran en la calle, de noche: estaría internado o muerto,", sentenció.

 

 

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