No le permitían ingresar alimento
Madre de Río Grande que usurpó una casa: "Mi hija se desmayó, necesitamos una solución"
Se trata de la joven mujer que ocupó una vivienda con dos criaturas en la zona de Chacra IV, y cuyo relato desgarrador en medios radiales puso sobre la mesa, una vez más, la profunda crisis que impera en el país. Un drama que golpea a los más vulnerables desde La Quiaca a Ushuaia.Una situación verdaderamente angustiante es por la que atraviesa una mamá y sus pequeños hijos que residen en Río Grande, a punto tal que la llevaron a la nada agradable determinación de tener que usurpar una vivienda en un barrio de la ciudad, a la espera de poder tener algún día una vida digna y salir adelante con la ayuda de las autoridades y la gente.
"Esto es por no saber qué hacer, porque no tengo un lugar donde estar con mis hijos y nada, decidí meterme y quedarme ahí hasta que me den una solución. No tenía pensado quedarme con nada, solo quedarme ahí para ver qué solución me daban, pero tuve que salir porque no me dejaron ingresar alimentos y mi hija se desmayó", relató la joven madre en diálogo con Radio Provincia.
En este sentido, la mujer de 20 años explicó que también le cortaron la luz para que salga de la casa "porque usaba una pava eléctrica para hacerle el mate cocido a mi hija", y comentó que las criaturas tienen 1 y 3 años.
"Nunca tuve algo estable, siempre fue de acá para allá, siempre vendí cosas que me generaran un poco de de dinero. Hablé con Melella por whatsapp y el pasó mi número, mie llamó una mujer y me dijo que no podían hacer nada porque yo no estaba inscripta en el IPV. Bueno, yo con toda confianza fui y me anoté ahí, pero me dejaron de responder", aseguró.
Así las cosas, la mamá contó que se vio forzada a dejar la vivienda que había usurpado con sus pequeños en función de que, sumado a que le cortaron la energía eléctrica, el juez interviniente no avaló que pudiera ingresar comida ni tampoco abrigo.
"Ahora estoy en la casa de una conocida, más tranquila. Por orden del juez no me dejaron entrar alimentos ni frazadas, porque esa casa no tenía gas ni calefacción. Estoy pensando qué hacer, yo no voy a quedarme de brazos cruzados, voy a seguir intentando para ver quién me puede llegar a dar una solución", insistió.
"Yo vendía alimentos, ropa, mi hijo nunca va a pasar hambre, siempre van a tener para comer. Lo que me falta es un techo, ese es el único problema", reiteró.