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Tala indiscriminada en el Cerro Dos Banderas

El profesor Pedro Martínez, docente de adultos expresa en esta nota su visión clara sobre el medio ambiente y el cuidado que debe contemplar las generaciones actuales y las que vendrán.
jueves, 13 de marzo de 2014 · 19:38
Pedro Martínez, desde Conciencia Ambiental de Tucumán, expresó que la tala indiscriminada de especies producida en el cerro Dos Banderas, "es una practica desaprensiva y criminal que debiese ser castigada con el mayor de los rigores por parte de la Justicia".
 
Martínez es profesor, y trabaja como docente de adultos, enseñando en una escuela humilde del Barrio Juan XXIII en la capital de Tucumán.

En esta nota Martínez recalca la importancia del cuidado del medio en el que estamos insertos, haciendo analogía con el pasado y la forma en que se entendía el medio ambiente como tal.

En estos tiempos tan vertiginosos pareciera una epopeya realizar estos preceptos escritos para la humanidad, sin duda, el mundo en el que él vivió no es el mismo que habitamos nosotros, haciendo referencia al escrito del poeta Cubano Jose Marti: "Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.”

Con este ritmo agotador que nos atrapa nace una pregunta: ¿Por qué en los años de Marti no se hablaba de cambio climático, ni de gases de efecto invernadero, ni de tala indiscriminada?. En esas épocas seguramente existían bosques tupidos y nadie, ni siquiera el más visionario podía imaginarse la desesperante situación actual de los bosques.

Martínez agrega que cuando escribe "desesperante situación", hace referencia directa a que con la tala indiscriminada nos quedaremos sin aire puro dentro de muy poco tiempo.
 
"Triste injusticia, esto de justificar el matar un árbol. No se trata de ser un romántico, ni de tener una herida, sino de tener sentido común y analizar los beneficios que brinda un solo árbol", añade.

Hoy reforestar no tan solo es un acto poético cuenta Pedro. Es absolutamente necesario que ayudemos a reparar el daño que le hemos causado a la Madre Tierra con nuestro egoísmo y nuestra desenfrenada manera de vivir.

"Cuando se toma real conciencia de la importancia del árbol en la vida misma y los beneficios que recibimos, recién nos damos cuenta que no existe estudio de impacto ambiental válido que justifique el cortarlos".

Seguramente que el que manda a talar en forma indiscriminada, luego de una ardua jornada de trabajo, destruyendo su propio mundo, llegan a sus casas, acarician a sus hijos, y conforme por llevar la comida a su mesa, no les dice a sus hijos: "hijo, hoy contribuí un poco más para que tengas un futuro desastroso, sin agua, sin árboles, pero con mucho dinero”.

Esta reflexión clara y concisa representa la visión sin rodeos de una persona con vocación de enseñanza y con una perspectiva ambiental que considera la vida propia y de las futuras generaciones.

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