UN FALLO DE LA JUSTICIA, UN VINCULO QUE SE PIERDE

La desesperación de un padre que no puede encontrar a su hija

Desde hace más de 15 meses, Daniel Isorna no tiene noticias de dónde está su hija menor de edad y en qué estado de salud se encuentra. Su madre se la llevó en 2013 y nunca más supo de ella. Virginia Aloé, abogada del convecino, explicó el expediente en marcha.
martes, 2 de septiembre de 2014 · 14:27
"A fines del 2011 tuve la oportunidad de conocer a una hermosa niña de 5 años de edad que, con soltura y afecto se sentó frente a mi escritorio y solita empezó a conversar sobre sus mascotas, su Jardín, sus abuelos, amigos y su padre, al mismo tiempo que hacía dibujos en hojas que me pedía y que finalmente me regaló y guardo con afecto. Recuerdo una niña normal, con excelente trato con su padre y que sin reparos pudo expresarme todo lo que lo quería”.

Así inició el diálogo con El Nuevo la doctora Virginia Aloé, abogada del caso que tiene como a víctima al rojense Daniel Isorna, quien desde hace un año no sabe dónde está su hija Mora. Según contó Aloé, ese contacto con la menor, con autorización de su papá, fue determinante para que ella comenzara a intervenir representándolo en expedientes ya iniciados en el Juzgado de Paz Letrado de Rojas sobre Tenencia y Régimen de visitas de la niña.

No tenía dudas Aloé, al momento que inició la representación legal, del elevado nivel de conflictividad existente entre los padres de la niña. Tampoco había supuestamente duda alguna sobre el excelente vínculo que tenía la menor con su padre y abuela paterna y su deseo expresado a esta letrada de permanecer más tiempo con su papá. En realidad un claro deseo de flexibilizar el régimen de comunicación paterno filial varias veces interrumpido por la madre de la niña, según el informe.

"Varios expedientes se tramitaron ante el Juzgado de Paz local y mucho se trabajó con el padre de la niña, familiares y amigos para lograr el cumplimiento del contacto de la menor con su padre ante la resistencia materna. Mientras se tramitaban los expedientes en trámite y ante la manifestación de la propia menor sobre conducta inapropiada de la pareja de la madre hacia ella, el Juzgado de Paz de Rojas determinó la prohibición de acercamiento a la menor de la pareja de la madre, quien tiene antecedentes penales”, ratificó Aloé.

-¿Y qué dispuso la Cámara Civil?

-Esta resolución fue confirmada por la Exma Cámara Civil y Comercial Departamental y se encuentra vigente. Y a partir de dicha resolución se agudizó más la problemática entre los padres de la niña. Esto porque la madre, absurdamente al tiempo que negaba tener relación alguna con la persona que tenía prohibición de acercamiento, comenzaba el camino que concluiría en la pérdida de contacto total y absoluto de la niña con su padre, a los fines de realizar su convivencia sin conflictos con quien era su pareja, fuera de la ciudad de Rojas.

Aloé dijo que debe admitir que nunca repararon como ciertas las amenazas de la madre de que se "mandaría a mudar” literalmente hablando y el padre no vería mas a su hija. "Tampoco reparamos como posible los comentarios de la pareja de la madre de que necesitaba que se levantara la prohibición de acercamiento porque tenía todo organizado para irse de la ciudad de Rojas y convivir con la madre y sus hijas”, le comentó a este diario la letrada.


La letrada destacó además que no era cierto de ninguna manera que la madre temiera porque su hija estuviera con su papá, lo cual repetía en cuanta oportunidad y denuncia por violencia familiar podía realizar a los fines de obstaculizar e interrumpir el régimen de comunicación fijado por el Juzgado de Paz Letrado interviniente.


A tal punto no había ninguna razón de peso para que la madre se opusiera a que la niña viera a su papá que, en oportunidad de una audiencia de conciliación con el Juez y el Asesor de Menores presente, la que en esa oportunidad era la letrada de la madre de la niña propuso ampliar el régimen de visitas si se "levantaba la prohibición de acercamiento de la pareja a la niña”. Con esa condición ella accedería a ampliar y no entorpecer el contacto paterno filial. Por supuesto que no se accedió a lo peticionado, según contó Aloé.


A medida que pasaba el tiempo el padre pudo enterarse de que su niña faltaba mucho al Colegio sin justificación alguna. Se denunció esta circunstancia en el expediente judicial en trámite. La madre no pudo justificar las inasistencias de su hija al Colegio pero intentó por todos los medios de que el papá no accediera a ver a su hija, lo cual obligó a la intervención de asistente social para el cumplimiento de las visitas fijadas, según comunicó también la abogada.


"He de destacar la sensata intervención de las autoridades del Colegio de Rojas donde asistía la niña quienes resaltaron la preocupación y participación del padre en la educación de su hija y el buen trato con la misma”, añadió Aloé. Lo cierto es que el 18 de mayo de 2013 en horas de la noche, la madre de la niña se fue de la vivienda que habitaba junto a la menor en esta ciudad.


En realidad ella ya se había ido con la niña a pesar del régimen de comunicación o visitas vigente. La asistente social y la policía local se presentaron en la vivienda ese día pudiendo constatar que la niña no se encontraba en el lugar y que la pareja de la madre de la menor que tiene orden de no acercarse a la misma estaba realizando la mudanza. "Increíblemente lo que la madre y su pareja amenazaron lo estaban cumpliendo”, confesó Aloé.


-¿Cómo actuó la Justicia de Rosario?


-La madre se fue con la niña a la ciudad de Rosario y amparada en una falsa denuncia de violencia en dicha ciudad logró que el Juez interviniente en Rosario impidiera el contacto del padre primero hacia la madre y finalmente y después de mucho insistir hacia la menor.


El Juez de Rosario consintió que la madre y la hija se alojen supuestamente en un Centro de Protección de Víctimas de la Violencia con intervención del Servicio de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario, negando al padre toda información sobre el domicilio de la niña y el Colegio donde asistiría.


-¿Qué hicieron ustedes a partir de ahí?


-Se realizaron innumerables presentaciones judiciales en Rojas a los fines de solicitar informes sobre el domicilio, condiciones y escolaridad de la niña con resultado negativo, resolviendo el Juez en sentido negativo también a la restitución de la menor a esta ciudad y a la tenencia provisoria de la niña a favor del padre y exhortando a concurrir a peticionar ante el Juzgado de Rosario,  ya que la menor ahora viviría ahí.


Aloé siguió. "Realmente una acción equivocada de la justicia local. Se realizaron denuncias por el delito de desobediencia e impedimento de contacto contra la madre de la niña que a la fiscal interviniente no le intereso investigar. Lamentable realmente y doloroso”. Desde el 18 de mayo de 2013 el padre solo pudo ver a su hija en una audiencia controlada en el Juzgado de Rosario por un rato.


A pesar del tiempo transcurrido y de la gran transformación que ya tenía la niña física y emocional por el tiempo transcurrido el encuentro fue bueno, la próxima vez que se intentó el contacto la niña se negó a ver al padre. Había pasado ya bastante tiempo de separación entre ambos. A la fecha y después de 15 meses este padre no sabe dónde vive su hija, cómo se encuentra, ni a qué colegio va, ni cuál es su entorno familiar, ni si la pareja de la madre vive con ella o no.


Lo único que sabe es que tuvo que contratar los servicios de una abogada en Rosario que vive presentando escritos y apelaciones con esta respuesta; por razones de seguridad no se informa el domicilio de la niña. Se está trabajando en la revinculación paterno filial, haciendo caso omiso a la denuncia de alienación parental tantas veces planteada por la colega en Rosario.


No existe prueba alguna en ningún expediente en trámite en Rojas y menos en Rosario de violencia contra la menor. El padre no ha sido privado ni suspendido en el ejercicio de la patria potestad, jamás dio autorización para el cambio de domicilio de la menor, lo cual debe ser decidido por ambos padres en el ejercicio de la patria potestad. La niña acaba de cumplir 8 años y hace mas de 15 meses que no tiene contacto con su padre.


Hay una persona de Rojas que tiene orden de no acercamiento a la niña y que sería la pareja de la madre. El Colegio donde asistía la menor en Rojas hasta que se la llevó la madre es el San José. El Juzgado interviniente en Rosario es el Colegiado 4 a cargo del Dr. Rosas.


En todo este tiempo no se ha realizado estrategia alguna a los fines del reestablecimiento del vínculo paterno filial en clara violación al art. 9 inc 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, tratados internacionales y leyes de protección. Tampoco se ha acreditado judicialmente que el contacto del padre con su hija sea contrario al interés superior de la menor.


"No existe resolución judicial de tenencia de la menor a favor de ninguno de los padres. Ahora se pretende que todos los expedientes en trámite en Rojas sean remitidos al Juzgado de  Rosario porque la niña vive allí  donde nada de nada se ha podido avanzar a los fines de que, seriamente y con la intervención de un equipo interdisciplinario independiente pueda conocerse sobre el grado de afectación que tiene la  niña por vivir sin padre”, explicó la misma letrada.


"Realmente un entramado judicial agobiante, provocado intencionalmente por una madre que separó a su hija del padre con quien tenía un excelente vínculo amparada en una falsa denuncia de violencia y una justicia errada, inactiva, temerosa y despreocupada por el futuro de una niña de 8 años que se desarrolla sin su padre”, insistió Aloé.


"Una falla de la justicia que lesiona el vinculo padre e hija. Una utilización y abuso de denuncia de violencia de genero o de cómo se quiera llamar con el fin de impedir el régimen de comunicación de una menor con su padre. Un abuso de la tenencia de hecho de una madre que seguramente ha eliminado toda decisión autónoma a la menor”, puntualizó consternada la representante legal.


La misma interviniente habla "del dolor, la impotencia y la lucha en el camino legal frente a la desidia, falta de objetividad y compromiso para dar la única respuesta posible que debería dar la justicia y no da a pesar del tiempo transcurrido”. Según Aloé, esto debería haber expresado la Justicia. "Sr. Daniel Isorna, su hija vive en este lugar, concurre a este Colegio y Ud. y su hija tienen el derecho y nosotros el deber legal de garantizarle el contacto y el reestablecimiento a su centro de vida en Rojas del que fue arrancada sin su consentimiento y es lo que vamos a hacer en forma inminente, tratando de reparar el daño”. Aloé añadió. "Solo algunas reflexiones para no caer en el engaño”.


Cabe aclarar que este es un caso que ha tomado importante estado público, ha llegado a las redes sociales donde circula la cara de la menor y de hecho Isorna ha llevado a cabo una marcha al Congreso mostrando su caso y varios medios nacionales y provinciales se han hecho eco titulando, por ejemplo C5N, "¿Dónde está Mora Isorna?”. Si bien hay muchos casos similares que ocurren y han ocurrido no solo en el país sino en el mundo entero, para Rojas se trata de un hecho seguramente sin precedentes, por lo menos en cuanto al estado que ha cobrado.


"Estoy desesperado porque no sé dónde está mi hija. Llegué a hablar con la ministra de Educación de Santa Fe y no está escolarizada. No sé si le han cambiado la identidad, si le han cambiado el nombre. La última vez que tomé contacto con ella, hace un año, le habían teñido el pelo, cuando mi hija es rubia, de pelo blanco y estaba morocha. Y no estaba yo solo, había dos amigos míos y mi abogado en Rosario que también la vieron”, le confesó el mismo Isorna a este diario.  


FUENTE: http://www.elnuevorojense.com.ar/


















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