MARTES EN LA SEDE DELA UNTDF

Alejandro Betts llega a Ushuaia a dar charlas sobre la causa Malvinas

El encuentro tendrá lugar el 31 de marzo, en el Aula C de la sede universitaria de Yrigoyen 879, de 13 a 14 horas.
viernes, 27 de marzo de 2015 · 19:04
En el marco del "33º Aniversario de la Gesta de Malvinas" Alejandro Betts, Peticionante Argentino sobre la Cuestión Malvinas ante el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas, realizará el próximo martes una charla abierta en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, sede Ushuaia.
 
La exposición titulada "Cuestión Malvinas, causa nacional y sudamericana” estará especialmente destinada a estudiantes, docentes y público general interesado en la temática. 
 

Alejandro Betts es un ciudadano argentino nacido en las Islas Malvinas, que desde 1976 ha investigado y defendido incansablemente la soberanía argentina sobre las Islas. En ese sentido, sus aportes contribuirán a profundizar el debate sobre el proceso de malvinización que, desde la Provincia, se viene realizando año a año.

 

La vida en las islas 


Alejandro Betts nació en las Islas Malvinas en 1947, casi cien años después de que sus tatarabuelos desembarcaran con los primeros contingentes de colonos enviados por la Corona británica para poblar el recién usurpado archipiélago. Hoy vive en Agua de Oro, un pueblo cálido de 3.000 habitantes de las Sierras Chicas de Córdoba.

Betts desciende de una de las familias más tradicionales de la isla: "Mi tatarabuelo llegó a Malvinas en 1845. Por mi lado materno llegaron aún antes, en el primer envío de colonos británicos al territorio en 1842". Hijo, nieto y bisnieto de kelpers que no se cuestionaron jamás los derechos del Reino Unido sobre las islas.

Sin embargo, a fines de los años ‘70, cuando trabajaba en el entonces único supermercado de Puerto Argentino, leer libros sobre la usurpación inglesa de 1833 hizo un vuelco en su pensamiento: "Fue un descubrimiento liberador, como sacarme un peso de encima -recuerda- Mis padres tenían el concepto pro británico sin saber bien por qué. Es algo que se trasmite de generación en generación: Inglaterra tiene un derecho absoluto sobre el territorio, y nadie cuestionaba si eso era cierto o no”.

De niño, durante tres años, Betts vivió en un islote de Gran Malvina, "donde había 2.500 animales, mi familia, el dueño de la isla y otro matrimonio. Era duro y estábamos aislados, pero acostumbrados. Era una vida opresiva y de soledad”, rememora Betts. Y enfatiza: "La dictadura que se vivía acá era más democrática que la vida de la isla”.

En Puerto Argentino, único pueblo y capital de Malvinas, Betts estudió en las dos escuelas públicas, egresando del secundario con el ciclo básico completo y habiendo cumplido los 14 años de edad. Acorde con la tradición del isleño nativo, con esa edad se independizó de su familia y fue a trabajar en varias estancias de las islas, desempeñando toda la diversidad de las tareas rurales: boyero, peón de patio, tractorista, esquilador, domador, mayordomo, etcétera.

En el ´68 se casó y formó su primera familia, falleciendo su esposa en 1977. Mientras aún vivía en el campo (como se dicen ahí en referencia a la zona del interior), decidió estudiar a distancia con la ICS y las universidades de Londres y Edimburgo. Eligió la carrera de Contabilidad para la cual tuvo que aprobar varias materias previas para obtener el nivel de estudios exigidos para ingresar en la carrera.

Con título en mano, en 1975, volvió al pueblo para trabajar en el supermercado de la Falkland Islands Company (FIC). Fue nombrado secretario general de la Asociación de Hacendados de las islas, que, a su vez, le abrió las puertas para ejercer su profesión de contador, llevando los libros de contabilidad de once estancias privadas.

Este contacto directo con la clase medio-alto de la sociedad isleña, le dio oportunidad de conocer de cerca las idiosincrasias del minúsculo círculo de "dirigentes” isleños, en su mayoría británicos radicados transitoriamente en el territorio. Al finalizar la Guerra de Malvinas, decidió marcharse para vivir según sus convicciones. Y se embarcó en el Bahía Paraíso. "Nos dieron dos horas para dejar las islas, así que partí casi con lo puesto. Le dejé una carta a mi vieja porque cuando fui a despedirme no estaba”. Su hijo varón ya estudiaba en Rosario. Su hija quedó en Malvinas y la familia se dividió. 




Comentarios

Otras Noticias