INSECTO PELIGROSO

La avispa chaqueta amarilla llega a la provincia

La Vespula Germánica, más conocida como “Chaqueta Amarilla”, es una avispa que comenzó a observarse en Ushuaia y Tolhuin. La “invasión” comenzó en zonas de la Patagonia hasta legar a la provincia. Se recomienda una serie de medidas de prevención. GALERIA DE FOTOS
martes, 16 de febrero de 2016 · 19:30

La chaqueta amarilla es un pequeño insecto negro, con una serie de bandas amarillas, muy parecido a la avispa. Tiene una alimentación muy particular teniendo en cuenta que es carnívora. Un enjambre de estas "avispas" es capaz de devorar en muy poco tiempo un gran trozo de carne. 

Pero su costado más destacable es su agresividad y el agudo dolor que causa su picadura. En algunos casos, como ocurre también con las abejas, el peligro puede ser mortal si la persona afectada sufre una reacción alérgica al veneno.

En Tolhuin fue detectada a través de la denuncia de los vecinos. Desde de la Dirección de Turismo de esa ciudad se detectó la situación a lo cual su titular Roberto Berbel explicó en declaraciones a FM Aire Libre: "hace días que nos llamó la atención de unos insectos, tipo avispa; investigando por Internet nos dimos cuenta que es similar a la Chaqueta Amarilla, estos insectos se encuentra en la zona del Bolsón y Bariloche, es una avispa que no pica si no que muerde, no es para alarmar a la gente pero sí tomar las precauciones, ante cualquier hinchazón acudir rápidamente al Centro Asistencial”.

También en Ushuaia fue vista

Una vecina del Barrio "Dos Banderas” detectó un nido su casa. En declaraciones a INFO FUEGUINA, Nancy Minolfi explicó que un enjambre hizo un pequeño hueco del techo (de material durlock) para luego "invadir” la vivienda a tal punto que debió fumigar.

La avispa en Argentina

Esta avispa, considerada plaga y que se encuentra en pleno período de expansión en la Argentina, es una especie originaria de Eurasia y norte de África que ya ha invadido otros países como Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Chile, Canadá y Estados Unidos.

La dispersión de la chaqueta amarilla por los continentes fue «accidental», por cuanto se debió al traslado y comercio de maderas que llevaban reinas anidando. No es cierto que las chaquetas hayan sido introducidas en la Patagonia para controlar poblaciones de otras especies de insectos. Todo indicaría que ingresaron naturalmente a la Argentina desde Chile, atravesando algún paso cordillerano bajo del norte neuquino, ya que los primeros registros de su avistaje son de 1980 cerca de Andacollo.

Condiciones climatológicas propicias, características particulares como especie y no contar con reguladores naturales, favorecieron la colonización de amplios sectores del territorio argentino. 

Hoy, las avispas se encuentran asentadas en la franja cordillerana que va desde el norte neuquino hasta el sur de Chubut, aunque también se registró su presencia en determinados sectores del valle del río Negro.

Existen dos formas de reducir la abundancia de avispas: 1) encontrando y destruyendo sus nidos 

Este procedimiento debe hacerse de noche o antes del amanecer, momento en que las avispas se encuentran en su mayoría dentro del nido y el nivel de actividad es más bajo. Es importante también protegerse la cara, en lo posible utilizando caretas de apicultor o un tul colocado sobre un sombrero y ajustado en el cuello. Además, protegerse las manos con guantes. Se recomienda que esta operación no la realice una persona alérgica.

2) usando cebos tóxicos

La ventaja de los cebos tóxicos es que no es necesario encontrar los nidos, ya que las avispas obreras llevan el veneno hasta el mismo. Ambos métodos alivian el problema de la chaqueta amarilla localmente y solo durante el verano en que se realice el tratamiento. Estudios realizados demostraron que el uso de cebos tóxicos es la única herramienta eficaz para reducir las poblaciones de avispas a pesar de sus limitaciones. El principio subyacente del método es que las avispas forrajeras acarrean al nido el cebo tóxico, envenenando larvas y otras avispas presentes en el mismo antes de morir ellas. Varios tóxicos han demostrado ser efectivos en la reducción de la abundancia de avispas, pero no están libres de riesgos ambientales indeseados.

Cómo prevenirla1) No esperar a que la abundancia de chaquetas sea alta para aplicar medidas de control, preferentemente comenzar en diciembre.

2) No dejar bolsas de residuos ni desperdicios expuestos, ya que esto atrae a las avispas.

3) En épocas de gran abundancia de avispas, al comer al aire libre se debe prestar especial atención a lo que se lleva a la boca, dado que las avispas suelen posarse sobre los alimentos y no se espantan fácilmente.

4) Evitar caminar descalzo (en particular los niños) en áreas de alta densidad de avispas.


FOTOS: GENTILEZA DE LA VECINA NANCY MINOLFI





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