"No me interesa tu plata, tomatelá"
Grave denuncia en Ushuaia de una turista por destrato de un guía: "Me podría haber muerto"
La radicó una médica de 47 años oriunda de San Luis anoche, quien se adentró en el sendero Glaciar Vinciguerra y sufrió un ataque de pánico. La mujer narró en un desgarrador testimonio el maltrato que -según su relato- sufrió por parte de un guía de montaña, a quien se topó y le suplicó por ayuda. "Era una situación de urgencia y me trató como un perro, me dejó abandonada, pidiéndole piedad por vivir", lamentó.Una profesional de la Salud que se encuentra de visita en la ciudad de Ushuaia aseguró haber vivido este fin de semana un episodio sumamente amargo y angustiante en una travesía que emprendió, al sufrir en plena montaña un ataque de pánico y ser maltratada y humillada por un guía, además de negarse éste a brindarle cualquier tipo de asistencia o apoyo.
Natalia contó en una entrevista en vivo en redes con Ángel Fretes que todo ocurrió el pasado domingo cuando salió del centro con tres personas más para hacer el sendero al Glaciar Vinciguerra, y al recordar lo acontecido se quebró en un testimonio desgarrador.
"Salimos más o menos a las 10, a poco de llegar al glaciar estaba obviamente cansada por lo que es un viaje de montaña. Empecé a sentir miedo en la inmensidad de estar ahí, el viento que te pega. Los chicos que venían conmigo se adelantaron 200 metros, justo pasa este hombre con tres personas más, dos hombres y una mujer", relató.
Y prosiguió: "Mi compañera le dice ¿falta mucho para el Glaciar? A lo que este le responde: "Sí, faltan como 800 metros pero más vale que tengan piernas para volverse, aparte esa nube que está ahí es tormenta, espero que se hayan tomado la atribución de fijarse el clima".
Natalia recordó que en el estado que se encontraba y al escuchar lo que dijo esta persona, literalmente se bloqueó. "Entré en una crisis de pánico, yo trabajo en salud y me imaginé lo que me estaba pasando, le grito a ella: "¡Me vuelvo! Me había retirado un poco, me vuelvo a poner atrás de ellos y cuando él se da vuelta me empieza a gritar y a decir "¿¡Qué hacés ahí"?!, le dije "tengo miedo, me quiero volver".
"Me empezó a decir "no loca, yo a vos no te conozco, no sé quien sos, si sos hipertensa, diabética". Le contesté: "Yo te entiendo, si me pasa algo me hago responsable, yo solo quiero bajar", y me empezó a gritar, me decía que me fuera 100 metros para allá. Le digo "yo te pago" y el me contestó "no me interesa tu plata, tomatelá flaca", y me seguía gritando.
Tras recibir esta respuesta la médica oriunda de San Luis de 47 años indicó que se quedó "con la cabeza para abajo, le decía le ruego que me ayude a bajar, tengo mucho miedo", pese a lo cual el guía se mantenía intransigente y reacio a cualquier tipo de ayuda.
"Me prendí a la señora de atrás del grupo de ellos, y él como se enojaba porque la mujer hablaba conmigo. En un momento le dice que vaya al lado de el para que me dejaran sola, llegamos a la base y me dice: "Ahí tenés el sendero flaca, tomatelá, está señalizado. No te vengas conmigo, no te prendás".
"ERA MI PASAPORTE DE VIDA, PUDE HABER MUERTO"
Natalia radicó anoche una denuncia penal en una Comisaría de la ciudad (interviene el Juzgado de instrucción N°2 DJS) por maltrato verbal contra esta persona; quebrada en llanto rememoró por la citada emisora cómo fue que pudo salir de la terrible situación en que se encontraba.
"Le suplicaba, le dije que estaba con una crisis de angustia, y la mujer que iba adelante mío me dijo "quedate callada y vení detrás nuestro porque se enoja". Me quedé sentada en un tronco hasta que me encontraron unos chicos turistas, creo que eran de Australia, y les dije si podía bajar con ellos hasta que estuviera tranquila para después encontrarme con mi grupo", contó.
"Averigué quien era el hombre, yo no iba a hacer ninguna denuncia pero realmente me podría haber muerto. Era mi pasaporte de vida y me trató como un perro, entiendo mi culpa de no ir con guía, pero antes de subir me asesoré. Fui con la ropa correspondiente, con los grampones, realmente a mí me falló la cabeza, pero mucha gente sube sin guía me dijeron porque de hecho está señalizado", relató.
"Fui a una hora donde había mucho flujo de gente. Era una situación de urgencia y me dejó realmente abandonada, como ser humano, pidiéndole piedad por vivir. Nada más que eso", cerró la damnificada.