"Somos invitados de piedra", apuntó

Brisighelli calificó como “extremadamente violenta” la protesta gremial en el puerto de Ushuaia

El presidente de la Cámara de Turismo provincial se refirió a la tensa situación que se vivió entre turistas y manifestantes estatales, brindando nuevos detalles sobre el accionar de ambas partes.
miércoles, 8 de noviembre de 2023 · 08:55

El presidente de la Cámara de Turismo de Tierra del Fuego, Ángel Brisighelli, cuestionó las consecuencias de la movilización realizada ayer por los gremios estatales en el puerto de Ushuaia, que afectó a 400 pasajeros de las excursiones en catamarán, asegurando que “le generaron un daño de forma violenta a los turistas y al sector turístico”.

 

“En este problema, el privado y el turismo somos ‘invitados de piedra’, porque no tenemos injerencia en ninguna de las dos partes que están en pugna sobre el problema salarial. Pero desgraciadamente nos han metido en el tema de la peor manera posible, utilizando el daño generado como una herramienta de negociación y no tenemos ningún mecanismo de defensa”, manifestó en diálogo con Radio Provincia.

 

Además, Brisighelli calificó a la medida de fuerza como “extremadamente violenta” debido a que “le generaron un daño de forma violenta a los turistas que están de vacaciones en Ushuaia, por unos pocos días, tomando al más indefenso de los jugadores que hay dando vueltas para hacer un reclamo”

 

“No se les permitió el ingreso y cuando se encontró alguna alternativa, para habilitar otra entrada en lo que fue el control de pasajeros por el lado de Prefectura, los manifestantes se fueron a esa otra entrada y no permitieron ni siquiera que subieran por ahí. Fue una situación muy violenta para los 400 pasajeros que no tenían absolutamente nada que ver”, criticó.

 

Por otro lado, agregó que “hablamos con representantes del gobierno y de los gremios para decirles que estamos muy preocupados”, porque “están dañando una actividad económica genuina, y los comentarios negativos que se suben a internet sobre este tipo de cuestiones quedan allí por los siglos de los siglos”.

 

“Son daños que no se diluyen, ni se corrigen con el tiempo. Pero más allá de argumentar esto, y referirnos al sentido común de las otras partes, no tenemos ninguna injerencia en el problema real. Lo único que podemos decirles es ‘lo que están haciendo es grave’, porque la violencia aplicada sobre los turistas nunca es buena”, puntualizó.

 

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