"Estamos en rojo"
Peligra el funcionamiento de La Biblioteca Popular Sarmiento en Ushuaia
Solicitan que el gobierno provincial les pague el subsidio que adeuda desde mediados del año pasado, debido a que actualmente se encuentra cerrada por no poder pagar el arreglo de la calefacción. Convocan para el 18 de agosto a una asamblea ordinaria para aprobar el balance 2022.
La Biblioteca Popular Sarmiento de Ushuaia (BPS) atraviesa una “crítica situación económica”, tras la falta de fondos para su mantenimiento, y por lo tanto reclaman que el gobierno de Tierra del Fuego pague el subsidio adeudado debido al riesgo de cierre definitivo.
“La BPS se sostiene mediante el aporte de sus asociados, con una cuota societaria accesible para todos, que no alcanza a cubrir los gastos fijos (servicio de limpieza, gas, telefonía, internet, seguros, alarma, mantenimiento de ascensor, artículos de librería y limpieza, reparaciones). También con el aporte de subsidios previstos por la legislación vigente a nivel nacional, provincial y municipal que, por lo general, se reciben con mucha demora”, explica un comunicado de la Comisión Directiva.
En consonancia manifiestan que ”el Gobierno provincial debe el subsidio correspondiente al segundo semestre del 2022, y los del 2023 (Ley 643)”, y mientras se esperan dichos cobros con valores desactualizados “resulta imposible encarar las tareas más elementales de mantenimiento edilicio, como el sistema de calefacción”.
“Esta situación pone en peligro el funcionamiento ya que no podemos cubrir los gastos fijos mensuales. La BPS está cerrada por problemas de calefacción, no contamos con los fondos para solventar el arreglo. Les pedimos que nos acompañen a levantar la voz, difundir esta problemática y exigir al Gobierno provincial que cumpla con los compromisos asumidos a través de la Ley 643”, expresan.
Por su parte, la presidenta de la biblioteca Miriam Camponovo ratificó, en diálogo con "El Ángel de la Radio" por FM 93.1, que “ya no tenemos más plata en la cuenta para aguantar los gastos”.
“Estamos en rojo, no se que vamos a hacer. Vamos a ver hasta donde nos aguanta el calderista para ver si puede arreglar la caldera, porque en principio dijo que había que cambiarla. Nada es seguro. Cuando uno iba al ministerio, o a tratar de hablar con el gobernador, decíamos que nos estábamos por quedar sin dinero y finalmente llegó ese día”, sostuvo.
