LA TECNOLOGÍA Y LA VIDA COTIDIANA

"Internet de las Cosas": nuevas formas de trabajo en Argentina

Es una tendencia creciente que está cambiando la forma de interacción entre las empresas y sus clientes y la manera en que se procesa la información.
jueves, 3 de diciembre de 2015 · 18:43
Gran parte de los objetos que hoy nos rodean ya producen y publican su propia información en la web. Se utilizan cada vez más herramientas y aplicaciones, las conexiones a internet se realizan desde distintos dispositivos que a su vez están interconectados entre sí.
 
Ante este panorama, el IoT (por sus siglas en inglés, Internet of Things) plantea un ecosistema en el cual se contiene información de carácter personal referido a los productos que los clientes demandan, los servicios que consumen, sus gustos, lo que los emociona y sus interrelaciones con otras personas.
 
Si bien este concepto comenzó a utilizarse desde hace más de una década, recién en la actualidad empieza a ser conocido entre el gran público, que ya no lo entiende como una promesa de un futuro lejano, sino que comienza a percibirlo como parte de su experiencia cotidiana.
 
Lo que respecta al mundo empresarial, la incorporación de IoT significa un giro importante en la forma en que las empresas podrán relacionarse con sus clientes y proveedores, además de los aportes que traería a la logística, agilizando las tareas del día a día de las compañías.
 
La implementación de IoT se presenta como un gran desafío para las empresas en lo que respecta al manejo de la información obtenida, ya sea en la recolección de los datos masivos, el almacenamiento, la compartición, interpretación y el análisis de patrones repetitivos. Para Gustavo Biassoni es inevitable y necesario para las empresas, que quieran dejar de ser analógicas y evolucionar hacia lo digital, repensar los procesos de trabajo en pos de lograr mayor precisión y efectividad, "los equipos de trabajo deberán evolucionar para dominar e integrar estas nuevas tecnologías en cada una de las etapas correspondientes, habiendo una gran necesidad implementar sistemas que ayuden a decodificar la información valiosa sobre la cual trabajar. La información precisa es una herramienta muy eficiente, pero la sobreinformación puede ser contraproducente. Si el usuario se siente invadido, simplemente nos cerrará la puerta a la posibilidad de contacto”.
 
En este contexto donde la sobreinformación está al límite, explica Gustavo Biassoni, las marcas tendrán que ganarse el permiso de interactuar con sus usuarios a través de la generación de una relación afectiva y de respeto, de manera que ellos deseen hacerlo.
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