DESPUÉS DE SUFRIR UNA PENOSA ENFERMEDAD

Murió el periodista Pepe Eliaschev

El periodista José "Pepe" Eliaschev murió esta madrugada en la ciudad de Buenos Aires, a los 69 años, después de meses de padecer cáncer de páncreas. Hacía diez días que su estado de salud había empeorado y llevaba dos días internado, según confirmaron a LA NACION fuentes de su círculo íntimo. Hombre de radio, gráfica y televisión, había nacido en Buenos Aires el 31 de mayo de 1945.
martes, 18 de noviembre de 2014 · 22:35

Pepe Eliaschev, retrato de un periodista amante de la palabra

 

El diario La Nación le dedicó una elegía al extinto comunicador social. "El periodista tiene que tener los sentidos muy alerta. Creo que los periodistas jóvenes han olvidado la importancia de estar alerta, de ver con sus ojos, escuchar con sus oídos, oler con la nariz". Así entendía, a los 67 años y con un largo camino transitado, José "Pepe" Eliaschev , hombre de radio, gráfica y televisión que falleció esta mañana en Buenos Aires, la ciudad que lo vio crecer, formarse, apasionarse por el oficio y convertirse en una de las voces más respetadas dentro de los medios.

Nieto de inmigrantes judíos, había nacido el 31 de mayo de 1945 y fue un "hijo de la educación pública". Fue allí, justamente, en las aulas del Colegio Nacional Buenos Aires donde tomó contacto con la militancia en distintos partidos de izquierda, una experiencia transformadora que lo fue empujando de a poco hacia el arte de analizar la realidad, cuestionarla y transmitir ideas.

Sus primeros pasos dentro del periodismo los dio, en 1964, en la revista Todo, y muy pronto siguió formándose en las redacciones de Gente, Confirmado y Análisis, entre otros medios gráficos. En 1967, en tanto, se encontró en un estudio por primera vez, como parte del programa ¿Y vos quién sos?, emitido por Radio Municipal. Sin saberlo, "Pepe" estaba a punto de iniciar un romance que marcaría su vida como periodista para siempre.

 

El exilio y después

 

Tras pasar dos años en Roma, Eliaschev se acercó al peronismo de izquierda y, ya de regreso al país, se convirtió en redactor de la revista El Descamisado. Ese antecedente, además de su clara postura frente al asesinato del sindicalista José Rucci, le valieron una amenaza de la Alianza Anticomunista Argentina (más conocida como Triple A), en 1974. Empujado al exilio, se instaló junto a su esposa, María Victoria Vrljicak, en Caracas; luego, contratado por The Associated Press (AP), partió rumbo a Nueva York.

Prohibido por la dictadura argentina, cesó su actividad como corresponsal de Radio Mitre, y comenzó a trabajar para medios de Venezuela e Italia. Entre 1981 y 1984, se asentó en México, donde publicó USA, Reagan, los años Ochenta, un libro que analizaba la llamada "revolución conservadora estadounidense", y regresó al país en plena primavera alfonsinista.

Fue columnista en radio Continental, y puso un pie en televisión dentro del exitoso ciclo Badía & Cía., emitido por Canal 13. Y fue con Cable a tierra, el programa que condujo en ATC entre 1985 y 1986, que consiguió ganar popularidad y establecerse como una de las caras visibles de los nuevos aires que traía la restauración democrática.

Su programa Esto que pasa se mantuvo al aire durante veinte años ininterrumpidos, entre 1985 y 2005, cuando fue repentinamente levantado de la grilla de radio Nacional, al parecer, por la postura crítica que Eliaschev tenía hacia el gobierno kirchnerista. Tras pasar por varias señales alternativas, en 2012 tuvo su triunfal regreso a radio Mitre.

Eliaschev fue docente de la carrera de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, director general de radio Municipal de Buenos Aires entre 1989 y 1991, y un prolífico escritor (publicó, entre otros títulos, Lista negra, en 2006, y el biográfico Me lo tenía merecido, en 2009). También escribió columnas para el diario Perfil, Diario Popular y LA NACION, entre otros medios gráficos. Recibió, a lo largo de su carrera, diversos premios como el Martín Fierro, el Konex y una declaración de Personalidad Destacada por parte de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 2013. Junto a su incondicional María Victoria fue padre de dos hijos, Nicolás y Tomás.

Trabajador incansable, "Pepe" concibió a la palabra como la materia prima a trabajar, el canal para corporizar sus ideas, y por eso siempre le profesó un enorme respeto al decir. "El lenguaje está empobrecido. Tengo 67 años, y pienso que figuras de otras épocas -como Carrizo, Cervantes Luro o Bonardo, que tenían un enorme cuidado con el uso del lenguaje- no podrían trabajar en la radio de hoy, en esos programas llamados 'juveniles'. Hay una pandilla de cincuentones que hacen esos programas, se siguen vistiendo como si tuvieran 15 y son alfabetos a duras penas. Todo eso me da tristeza", le contaba a La Nación en marzo de 2013.

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