Convertir cualquier auto que circula por Argentina en híbrido para ahorrar hasta 30 por ciento del combustible podría ser una realidad a partir de 2016 gracias a un dispositivo ideado por un joven emprendedor de Bahía Blanca.
Leonardo Valente ganó el concurso de tecnología innovadora ImpacTec 2, organizado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, gracias a su proyecto SocialPOS, una plataforma que busca incluir comercios barriales al sistema de tarjetas usado para el pago de planes sociales.
Esa distinción le permitió acceder a una beca para asistir a la Singularity University, un campus para innovadores que tiene la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) en Silicon Valley, en San Francisco, Estados Unidos.
Allí, junto a otros emprendedores latinoamericanos ideó un proyecto que podría ser adaptable a los 11 millones de autos que circulan por la Argentina y reducir en un tercio las emisiones contaminantes: una apuesta no tan ambiciosa como pragmática y posible.
¿Cómo funciona?
La iniciativa consiste es la posibilidad de agregarle un kit eléctrico a cualquier auto chico o mediano que ya circula por el país impulsado sólo con combustibles líquidos. Esto ahorra consumo de naftas o gasoil, reduce las emisiones contaminantes y al usuario le abarata los costos de traslado.
Los motores son pequeños y van adentro de las ruedas reemplazando a las campana de freno. Tienen un disco que reemplaza la función de frenado de la campana y aprovecha el la energía cinética que produce el frenado.
Una vez que esté desarrollado, colocarlo demandará el mismo tiempo que una conversión a GNC. No será difícil y como se trata de un componente eléctrico, hasta me imagino a un taller de audio haciendo la instalación, según explicó Valente.