Respaldo en el país respecto a la posición argentina de Malvinas

El Secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Cancillería argentina, Daniel Filmus, rechazó las afirmaciones que Hugo Swire declaró respecto al derecho de autodeterminación de los isleños, durante su visita de cuatro días al lugar.

De esta manera también se expresaron el senador Ruperto Godoy y diputados de Uruguay y Chile, luego de que el funcionario británico señalara que "los habitantes de las islas Falklands son británicos porque así­ lo eligieron", y mencionó la consulta realizada en marzo del año pasado, rechazada por Argentina y no reconocida por las Naciones Unidas (ONU).

En un comunicado, Swire dijo que la relación entre Londres y las islas "es moderna, basada en el mutuo respeto y la asociación" y que "son un territorio de ultramar democrático y autónomo, y se sienten orgullosos de ser económicamente autosuficientes".

Frente a esta misiva, Filmus dijo que "según definió Naciones Unidas  el caso particular de Malvinas es un caso que no resuelve con autodeterminación, sino que esta encuadrado en la resolución 1514, en la que se hace referencia al principio de integridad territorial”, dejando ver que es posible que los habitantes de  las islas elijan cambiar su nacionalidad si así lo desean.

Por su parte, Godoy expresó que "se trata de una provocación más hacia la Argentina”, y consideró que "si para Swire la Argentina se muestra amenazante ante los isleños, no me imagino que calificativo podemos usar los sudamericanos ante un país que busca militarizar una zona de paz, que extrae ilegítimamente nuestros recursos naturales y que ha violado sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas”.

También recordó que  "luego de la recuperación democrática, la Argentina siempre ha demostrado una actitud pacífica, de respeto al derecho internacional y al modo de vida de los isleños, instando una y otra vez a que el Reino Unido se siente a dialogar, tal como manda nuestra Constitución Nacional”.

Para el senador por San Juan, "afirmar que una política de estas características está destinada al fracaso muestra a las claras el desprecio por la paz, el diálogo y las resoluciones de la ONU por parte del Reino Unido”.