Testimonio de la damnificada
Grave denuncia en Ushuaia: "Tenía el barbijo lleno de sangre y no vino nadie"
En diálogo con una radio local, la vecina relató -entre lágrimas- que el episodio le ocurrió en el Mercado de la Costa de la avenida Yrigoyen, cuando se descompensó producto de un pico de presión. Denunció que empezó a desangrarse en plena calle pero del hospital no le mandaron la ambulancia, porque estaban "todas abocadas a la pandemia", según su relato.
Una vecina de Ushuaia narró el suplicio que le tocó vivir en la puerta de un comercio de la ciudad, al descompensarse y serle denegado el envío de un móvil sanitario, mientras sufría una seria hemorragia nasal.
"Fui a comprar al Mercado de la Costa y me descompensé, aparentemente me subió la presión y tuve un pico. La hemorragia nasal era terrible, me desangraba mal, era imparable la cosa", relató la mujer al programa "El Angel de la Radio" (FM 93.1 Espectáculo).
En este sentido, la señora prosiguió con que se encontraba sola, y lo primero que atinó a hacer fue "tratar de llamar al 101" para solicitar asistencia y luego hizo lo propio con el hospital, sin obtener respuesta positiva a su pedido de urgencia.
"Después llame a Emergencias del hospital y me dijeron que no podían mandar una ambulancia ni hacer nada por mí, porque las ambulancias estaban únicamente abocadas a la pandemia, o algo así. Y que tratase de buscar un lugar donde sentarme", se lamentó.
"Yo pregunto que hubiese pasado y quien me hubiera asistido, si a mi me agarraba un ACV", sostuvo la vecina, quien al concluir su relato irrumpió en llanto desconsolado.
En tanto, la damnificada agregó que, en el momento del hecho, una chica se le acercó y le preguntó como se sentía, para recordar que "se estaba por caer".
"Me dijeron cuando llamé que me fuera caminando a los bomberos. Si yo me sentía mareada y sola, ¿cómo hago? Estuve 20 minutos sentada ahí, en la calle, con el barbijo empapado de sangre", protestó.
Por último, la señora -cuya identidad no trascendió- dijo que le indicaron "que fuera al periférico" emplazado en las 640 Viviendas, ya que "una doctora la iba a estar esperando ahí".
"Me tuve que ir por mis propios medios con un taxi. La Dra. me dio una pastilla para bajar la presión, cuando llego ya había parado un poco la sangre. Yo pregunto que hubiese pasado si a mi me agarraba un ACV o algo más complejo...¿quien me hubiera asistido?", sentenció la vecina entre lágrimas.
