Apoyándose en jurisprudencia y en una supuesta "violación a la intimidad” por la exhibición del video, reforzada por la decisión del empresario Oscar Tapia de no presentarse como querellante, a pesar que reconoció que se le reclamaban "pagos” para acelerar la liquidación de sus letras, el defensor oficial solicitó la nulidad de la prueba y la absolución de Adrián Arias.
El fiscal Guillermo Quadrini, por su parte, entendió que estaba probado el delito y solicitó dos años de prisión en suspenso, dos años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, una serie de normas de conducta y que el expresidente del IPRA tenga que realizar trabajos voluntarios para el Estado fueguino.
El jueves a las 9 de la mañana será la última oportunidad para que Adrián Arias, quien hasta ahora no declaró en ninguna instancia, brinde algunas palabras al Tribunal. Después se fijará el momento en el cual los jueces Juan José Varela, Eugenio Sarrabayrouse y Daniel Borrone darán a conocer su sentencia.