El semanario Charlie Hebdo salió nuevamente a la venta

"Estamos de vuelta”, es la frase que se deja ver en la portada. El semanario francés que había interrumpido sus publicaciones por un mes y medio, luego del atentado que se sucedió el 7 de enero pasado en su redacción, ha vuelto a salir hoy, en su característico día miércoles.

La revista que antes del atentado tenía 60.000 suscriptores y emitía una tirada de 100.000 ejemplares en la actualidad tiene cerca de 200.000 suscriptores y la tirada de este miércoles que ya se encuentra en todas las revistierías de Francia ha sido de 2.5 millones. Desde la redacción han incorporado dos nuevos caricaturistas al plantel de trabajo.

El número 1179 de Charlie Hebdo ha puesto en su tapa una gran cantidad de personalidades, entre los que se encuentra el Papa, Nicolás Sarkozy, Marine Le Pen (una de las más fuertes representantes de la derecha en Francia), un capitalista, un periodista y un yidahista con un fusil entre los dientes, todos persiguiendo a un perro que huye corriendo con un ejemplar de Charlie Hebdo atrapado entre sus dientes.

La portada es una evidente mención a todos los sectores de la sociedad que se constituyen como posibles objetos de sátira para el semanario. Todos aquellos representantes que ideológicamente se contraponen a Charlie Hebdo y que se establecen como los principales focos de crítica de la revista. Muchos de los protagonistas caricaturizados hoy en primera plana han salido en su momento en defensa y apoyo de los afectados por el atentado terrorista.

"Hace falta que se hable del regreso de Charlie, pero para decir que Charlie vuelve a hacer su trabajo contra la estupidez, contra el Frente Nacional..." Afirmo Renald Lucier al diario Libération, uno de los sobrevivientes del atentado y que hoy es el responsable de la caricatura de portada de la revista.

La edición de "regreso” cuenta con 16 páginas, donde se hace mención mediante caricaturas y artículos en reiteradas oportunidades al atentado del 7 de enero pasado, pero también se tratan otros temas, como la crisis en Grecia o el brote de gripe en Francia. La intención del semanario es recuperar su ritmo de producción, manteniendo la sátira intacta.