RÍO GRANDE

Dos choques distintos dejaron un lesionado y una detenida en estado de ebriedad

Los siniestros, uno en la calle Patagonia y otro en Piedrabuena y Alberdi, se sucedieron con cuatro horas de diferencia y tuvieron, como otra consecuencia, automóviles destruidos.
lunes, 22 de marzo de 2021 · 10:11

La ciudad de Río Grande fue escenario de dos siniestros viales durante la jornada de este último domingo, 21 de marzo.

Patagonia al 700, 9 horas.

El primero ocurrió alrededor de las 9 de la mañana y tuvo lugar en Patagonia al 700 cuando un automóvil Nissan modelo March que se movilizaba por la calle en sentido ascendente, al llegar a la numeración 668, chocó violentamente a un vehículo Toyota modelo Etios que se encontraba correctamente estacionado

El impacto fue tan fuerte que el Nissan dio un trompo y quedó en sentido contrario al que circulaba. El ruido del golpe despertó a los propietarios del vehículo que, al salir de su vivienda, vieron su auto colisionado por otro rodado, también destruido tras el choque. 

La conductora del Nissan, Luján Álvarez, de 34 años, iba acompañada de un hombre de su misma edad. Cuando llegó la policía, ambos se encontraban alterados y en un evidente estado de ebriedad.  

Los agentes trataron de calmarlos pero la conductora intentó abandonar el lugar agrediendo al personal policial. Por esta razón, Álvarez fue detenida

Piedrabuena y Alberdi, 13 horas.

El segundo siniestro fue realmente violento y ocurrió cuatro horas después, cerca de las 13 horas, en la intersección de las calles Piedrabuena y Alberdi, dejando un conductor lesionado y daños de consideración en los dos vehículos involucrados. 

Un Suzuki modelo Baleno, conducido por José Dávoli de 69 años -el hombre que fue trasladado al Hospital Regional al recibir el impacto de los airbag-, circulaba en sentido descendente por la calle Alberdi, por lo que tenía el paso. Al llegar a la intersección de la calle Piedrabuena, se encontró con un Renault Fluence -al mando de Daniel Demetrio de 50 años- que no le dio tiempo a frenar.

El impacto fue brutal e inevitable. Ambos automóviles fueron seriamente dañados. El frente del Suzuki se rompió completamente, sumado a la activación de los airbag y el derrame del líquido de freno sobre el asfalto.

El Fluence recibió el impacto en el lateral derecho del acompañante, con daños importantes en las puertas y paragolpes delantero. 

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