CONFLICTO DEL BEAGLE EN 1978

San Sebastián estuvo a punto de ser escenario del inicio de la guerra con Chile

Así lo manifestó el Capitán de Carabineros chileno, Aladino Silva Fajardo, quien relató que en esa oportunidad, en la frontera con el país trasandino hubo un cruce entre patrullas de los dos países, en el que “por fortuna y a Dios gracias, ninguna de las tropas tuvo el ánimo de atacar, porque de lo contrario quizás, con un solo disparo, se hubiese desatado la guerra”.
lunes, 17 de abril de 2017 · 09:22

 

Un oficial de Carabineros reconoció que en 1978, en la zona de San Sebastián, se estuvo a punto de desatar la guerra entre Argentina y Chile. Fue en un cruce entre patrullas de los dos países en el cual "por fortuna y a Dios gracias, ninguna de las tropas tuvo el ánimo de atacar, porque de lo contrario quizás, con un solo disparo, se hubiese desatado la guerra”, relató.

 

El Capitán de Carabineros Aladino Silva Fajardo, le contó a "La Prensa Austral” que sus destinos fueron "la Primera Comisaría de Carabineros de Punta Arenas y la Tercera Comisaría Porvenir. Esta última me envió a la Tenencia San Sebastián, donde obtuve mi ascenso a capitán”.

 

Señalando en la entrevista que "Sin lugar a dudas que mi transcurrir institucional me trae hermosos recuerdos, pero hay algunos que fueron marcados a fuego, como el que me ocurrió cerca de la frontera de San Sebastián”.

 

Sobre el hecho puntual relata que "eran las 3 de la madrugada del mes de diciembre de 1978. La tensión entre Chile y Argentina estaba al máximo. Estábamos cerca del límite y yo comandaba un grupo de Carabineros y de oficiales de Investigaciones. Entre ellos, los suboficiales Rivas, Vega, Barría, Díaz y otros que no recuerdo su nombre, un personal leal hasta perder la vida por la Patria”.

 

"Otro grupo era dirigido por el suboficial Juan Tenorio. Sorpresivamente nos encontramos enfrentados con una patrulla argentina guiada por un oficial”, añadió, para anotar luego que "ambos grupos nos apuntamos, sin decir palabra, con nuestro armamento. Creo que teníamos el mismo pensamiento: esperar que el grupo contrario decidiera atacar primero. La orden que nosotros teníamos era "no agredir”, salvo que el enemigo realizara el primer disparo”.

 Silva Fajardo observó que "por fortuna y a Dios gracias, ninguna de las tropas tuvo el ánimo de atacar, porque de lo contrario quizás, con un solo disparo, se hubiese desatado la guerra”.

 

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