SEGÚN LA UCA

2,5 millones de chicos en el país sufren déficit de alimentación

El número representa al 21,2% de la población hasta 17 años; subió casi 3 puntos desde el inicio del segundo período de Cristina Fernández.
lunes, 7 de diciembre de 2015 · 18:16

Al final de 2014, 2,5 millones de niños tuvieron problemas para alimentarse.

Así lo demuestra el último dato actualizado de la medición multidimensional de la pobreza infantil elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). LA NACION intentó contrastar esos datos con los oficiales, pero desde 2013 el Gobierno dejó de informar la cantidad de adultos y chicos pobres en la Argentina, con diferentes justificaciones.

El estudio afirmó además que muchos niños continúan con severos problemas de hacinamiento y saneamiento en sus viviendas, falta de atención en salud y con un fuerte déficit de estimulación, educación e información.

Por primera vez, la UCA realizó un vector geográfico de la pobreza multidimensional (aquella que toma no sólo el ingreso de una persona u hogar sino también otro tipo de variables). De acuerdo con la universidad, en el tope del ránking aparece el conurbano bonaerense, zona en la que un 67,9% de chicos experimenta situaciones de pobreza en alguna de las dimensiones de derechos consideradas y un 22,9% en niveles severos. Le siguen en la lista la infancia tucumana (57,1%), Gran Córdoba (55,2%) y el Gran Rosario (54,6%).

En 2011, el porcentaje de chicos de entre 0 y 17 años con problemas para alimentarse (sufren hambre pero recibieron alimentación gratuita de algún tipo) era de 18,6%, mientras que a fines de 2014 subió a 21,2%. No obstante, la AUH sí tuvo importante efecto en el mejoramiento de los umbrales más severos de privación (en ese mismo período ese nivel bajó del 6,7 al 4,7%).

Las carencias en la dimensión del acceso a los alimentos afectan de modo particular a las infancias y adolescencias del Gran Córdoba y el Gran Rosario (26% en cada caso, según la UCA). En estas ciudades el déficit alimentario extremo se estima en 4,3 y 9,6 por ciento.

"En el caso de las infancias y adolescencias rosarinas cabe un especial alerta dada la tendencia claramente negativa que se observa en el acceso a la alimentación", indicó el informe de la universidad.
 
"Las transferencias de ingresos son necesarias pero no suficientes para erradicar la pobreza en la infancia y adolescencia", indicó Ianina Tuñon, investigadora de la UCA.
 
"Sin duda, la AUH y sus condicionalidades han contribuido a reducir las privaciones sociales severas; no obstante, se han revelado insuficientes para garantizar el efectivo ejercicio de derechos esenciales en la infancia", agregó.

"Reconocer que existe una elevada proporción de niños y adolescentes que tiene problemas para acceder a los alimentos en cantidad y calidad es prioritario. Este dato releva la complejidad que supone la solución del problema de acceso a los alimentos, en la medida que las transferencias monetarias y las ayudas alimentarias directas no han logrado erradicar el hambre en la Argentina", dijo Tuñón, y agregó: "Se requiere de la generación de programas complementarios de fortalecimiento de las capacidades productivas, y capacitación de los adultos en la cocción y preparación de alimentos adecuados para las diferentes etapas de vida del niño y los cuidados que deben tener con el agua no segura".

En cuanto al déficit de vivienda, entre 2011 y 2014 el porcentaje empeoró levemente: pasó de 23,4 a 24,3 por ciento, aunque mejoró para los que sufren el problema en forma severa (pasaron de 6,7 a 5,5%). En el mismo período, la falta de saneamiento (chicos que no tienen acceso al agua corriente o inodoro) pasó del 24,7 al 20,6 por ciento.

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