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Trolling y acoso: la importancia de proteger a tus hijos cuando conocen gente online

En el Día Mundial de Internet se advirtieron los riesgos a los que están expuestos niños, niñas, y adolescentes al interactuar a través de redes sociales y juegos online, y cómo prevenirlos.
miércoles, 18 de mayo de 2022 · 04:35

En el contexto del Día mundial de Internet, 17 de mayo, la empresa de seguridad informática ESET alertó sobre el hecho de que la mayoría de las plataformas de redes sociales y juegos online permiten que cualquier persona pueda acceder de manera más o menos anónima a grandes comunidades online atrae a acosadores, trolls y acosadores sexuales.

En este sentido, para aconsejar y proteger a los menores, primero se deben reconocer los riesgos y aprender más sobre estos grupos, sus motivaciones y métodos.

ESET desde su iniciativa Digipadres, que busca acompañar padres y docentes en el cuidado de los niños en Internet, destaca estos como los principales riesgos:

Acosadores sexuales: cuando los nuevos amigos online no son quienes parecen

Los acosadores sexuales se ponen en contacto con niños o niñas por Internet con el objetivo de obligarlos a realizar alguna actividad de índole sexual. Usan plataformas como mensajería instantánea, redes sociales e incluso juegos online, donde pueden permanecer en el anonimato, a menudo haciéndose pasar por otra persona, por lo general más joven. Los adolescentes suelen correr un riesgo mayor, porque son curiosos y buscan ser aceptados. Suelen hablar con extraños de buena gana, a pesar de sentir que es peligroso.

Estas son algunas de las tácticas psicológicas que usan:

El grooming (acoso sexual de menores) se basa en establecer una conexión emocional con la víctima con el objetivo del abuso sexual. Los depredadores van construyendo gradualmente una relación con los menores para ganarse su confianza. Pueden hacerlo dando obsequios y cumplidos, actuando con amabilidad o demostrando que comprenden sus inseguridades.

Los acosadores sexuales a menudo utilizan un método para recopilar fragmentos de información personal específica sobre el niño, lo que se conoce como phishing (pesca), y que les permite formar una imagen más completa de la víctima.

Una vez que los acosadores tienen fragmentos de información sobre el niño, ya sea recopilada a través de mensajes directos o de sus observaciones, pueden usarla para una mayor manipulación, como en la táctica del mirroring (hacer de espejo). Como su nombre en inglés lo sugiere, es una forma de imitar lo que ven en su víctima. Estos pueden fingir pertenecer al mismo grupo etario del niño, compartir intereses, gustos o preocupaciones, simplemente cualquier cosa que los ayude a reforzar una conexión emocional.

Bullying y trolling: Es fácil lastimar a otros online

El cyberbullying, acoso cibernético, se basa en escribir textos ofensivos, difundir rumores y acusaciones falsas, amenazar y chantajear, sacar a la luz información privada o íntima de la víctima, humillar y ridiculizar, acosar y acechar, o fingir ser otra persona para dañar a alguien. Al igual que en el mundo físico, todo esto suele estar dirigido a un solo individuo.

Los trolls, por otra parte, causan interrupciones en la red, crean conflictos y, en general, provocan a otros. Sienten satisfacción por las fuertes reacciones a sus publicaciones ofensivas, irritantes o falsas. Hacen que sea imposible llevar adelante discusiones constructivas y positivas, a propósito.

En el mundo digital lo que empeora las cosas es la dinámica de grupo, ya que es imposible estimar el tamaño de la multitud de testigos que ven la publicación, lo que aumenta la ansiedad de la víctima. Además, el contenido puede difundirse rápidamente, ampliando el número de personas que conocen el acoso, pero no hacen nada al respecto. Como los usuarios saben que nadie los ve leyendo la publicación, a menudo no se sienten responsables o involucrados en la situación hasta el punto de luchar contra la injusticia.

¿Cómo acompañar a los más pequeños?

Buscar señales de que algo anda mal: Prestar atención a cualquier señal que indique que podrían ser víctimas de acoso cibernético o estar en contacto con alguien que pueda causarles daño.

Hay preguntas que ayudan de guía, por ejemplo: ¿Parecen tener problemas emocionales con frecuencia o cambios de humor repentinos? ¿Han eliminado repentinamente su perfil de redes sociales? ¿Están fingiendo estar enfermos para evitar ir a la escuela?

De manera similar, los cambios en el estado de ánimo o el comportamiento, así como la falta de interés en la familia o los amigos, pueden significar que algo no está bien, aunque no necesariamente esté relacionado con las causas mencionadas.

  • Mantenerse al tanto de sus actividades online
  • Cultivar una relación de confianza con ellos
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