Presentaron en TDF innovador proyecto de abordaje del autismo y enfermedades de neurodesarrollo

Especialistas del Centro de Rehabilitación “Libertador” realizaron –este lunes, una presentación del proyecto sobre abordaje y tratamiento de niños con autismo y enfermedades de neurodesarrollo, ante el gobernador Gustavo Melella, los ministerios de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, y de Salud, y la Secretaría de Deportes y Juventud-.

La presencia de los doctores Lisandro Olmos y Christian Plebst; y el licenciado en Kinesiología, Oscar Alzúa, tuvo lugar a instancias de la Secretaría de Atención a Personas con Discapacidad, a cargo de Omar De Luca, quien comentó que posteriormente los profesionales brindaron una charla al personal del Centro de Rehabilitación de Ushuaia, “como parte del convenio de formación que tenemos”.

Tras advertir de “la gran cantidad y el número exponencial de niños que están presentando un desorden en su desarrollo, dentro de los cuales el autismo es uno de los más significativos”, el doctor Plebst, psiquiatra infantil e integrante del área de “Planificación de intervención en relación al autismo y a los niños con otros perfiles de aprendizaje”, confirmó que se presentó “una mirada nueva que permita redefinir lo que es esta condición, a casi 40 años de la presencia de este diagnóstico”.

“Venimos a hablar sobre prevención, intervención y conciencia de autismo”, aclaró el especialista, quien remarcó la necesidad de “capacitar a los adultos, tanto del sistema de Salud como de Educación, en todo lo que son los abordajes actualizados para niños con autismo, que tienen mucho que ver con la inclusión y con la participación en ambientes amables y abiertos para la inclusión de niños, especialmente el ambiente escolar”.

Tras señalar que “la manera tradicional es ver que los niños tienen autismo” y asumir “que el niño tiene un retraso y no se conecta”, Plebst resaltó que “ahora vemos que el tema es mucho más amplio porque hay niños que se conectan, que participan y se integran; pero tienen ciertos desafíos en su manera de decodificar las conductas sociales, y requieren que los demás puedan comprender de manera individualizada su perfil de aprendizaje y relacionamiento”.

En virtud de ello consideró la necesidad de redefinir el concepto, lo que implica “usar con mucha más amabilidad el diagnóstico de autismo, sabiendo que hoy por hoy genera mucho estigma y puede tornarse en una profecía auto cumplida, cuando en realidad el diagnóstico decir debe señalar que el niño presenta un desafió en cómo integra y procesa la información que le viene por los sentidos, que afecta el aprendizaje de los códigos socioemocionales que necesita para que la mente aprenda y su cerebro se desarrolle”.

“Esta mirada permite comprender primero al niño, y comprender que lo que llamamos ‘autismo’, hoy en día debe hablarse de un perfil de aprendizaje y no del potencial del niño”, amplió, para anotar que “todo niño aprende y no tiene límites si comprendemos sus tiempos, procesos y ritmos individuales”.

Observó que “comprendiendo esto, se replantea la manera de abordaje de los tratamientos”, y que a partir de ahí “los hacemos más individualizados, para adaptar el entorno al perfil de integración y procesamiento sensorial de ese niño en particular, con una pedagogía que le resulte más adecuada”, e idealmente desde las escuelas.