Lo filmaron los propios vecinos

Insólito papelón de Boric en Punta Arenas: se metió adentro de un tobogán y quedó atrapado

El complicado momento lo protagonizó el mandatario chileno en la ciudad magallánica (de donde es oriundo), tras incursionar en un juego de una plaza diseñado para niños de 5 o 6 años. Tras ser fulminado desde la oposición en las redes por el exabrupto, "se enojó" y respondió por la misma vía.
lunes, 8 de mayo de 2023 · 21:02

Un increíble hecho tuvo como protagonista al mismo presidente de la República de Chile Gabriel Boric y adquirió el rótulo de papelón, al introducirse dentro de un tobogán para niños y quedarse atorado, espectáculo que fue vivenciado y capturado por varios ciudadanos de Punta Arenas.

 

El episodio se registró este fin de semana en la ciudad magallánica (de donde Boric es oriundo), más precisamente en una plaza que cuenta con una serie de juegos para las criaturas. 

 

Allí, los propios vecinos magallánicos comenzaron a filmar la dantesca escena, sin poder creer lo que estaban viendo: el mandatario atrapado dentro de la estructura: "Se acaba de quedar atorado nuestro presidente de la República", dice una mamá, conforme la acompañan sus hijos y filman con el celular.

 

A continuación, la mujer anuncia (entre risas): "Después de 10 minutos de pasar dentro del tobogán, y de romperlo, nuestro presidente acaba de salir".

 

 

Tras viralizarse el video en Twitter y convertirse en trending topic, representantes de la oposición aprovecharon para esbozar duras críticas por el acto, máxime reprochándole la gran crisis que impera en el vecino país en términos políticos, sociales y económicos.

 

Pero la respuesta de Boric después del mal momento en el tobogán no se hizo esperar, y escogió su propio Instagram para postear una suerte de "descargo" con tintes de nostalgia, evocando a su abuelo y sus raíces croatas como sigue:

"Cuando era chico, mi nono (nacido en Punta Arenas en 1908) siempre me llevaba a pasear por nuestra ciudad mientras me contaba historias de Magallanes antiguo y me mostraba con su voz pausada y profunda la historia de los lugares que pisábamos. Aunque el ya estaba algo encorvado, yo lo miraba hacia arriba con ojos de ensoñación y recuerdo la sensación de viajar con él en el tiempo a través de esas caminatas. Recorríamos el Río de las Minas y el de la Mano, Leñadura, Tres Puentes, Agua Fresca, Morro Chico, Rio Penitente, el Cerro de la Cruz, el barrio Croata, el cementerio y todos los parques y plazas de la ciudad. Desde entonces, siempre que estoy en Punta Arenas pienso en él cuando cruzo un puente o veo un tobogán vacío, y nunca voy a dejar de cruzarlos o  correrlos aunque hayan indiscretos que pretendan robar ese momento o amargos que lo critiquen porque niegan la infancia que todos llevamos dentro, esa trinchera de felicidad a la que siempre podemos recurrir cuando la necesitamos". 

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